Falset ha acogido este fin de semana, en el marco de la Feria de Sant Andreu, la I Feria de vinos rancios y dulces, que tendrá continuidad en 2023. La participación de dieciséis bodegas y la asistencia de público (unas 500 personas, entre visitantes e inscritos en las catas organizadas) es una buena muestra de cómo el vino rancio gana prestigio e interés, a la vez que cada vez son más las bodegas que se animan a la elaboración de este tipo de vinos oxidativos.
El nuevo certamen vitivinícola ha nacido con el objetivo de poner en valor este tipo de vinos (siempre que tengan carácter oxidativo), que en la comarca del Priorat tienen una larguísima tradición y que comercializan cada vez más bodegas. «Es una feria que debemos ir consolidando poco a poco y que, a la fuerza, debe tener un carácter minoritario porque los rancios son vinos raros y de escasa producción», afirma el alcalde de Falset, Carlos Brull. “En esta primera edición, sin embargo, ya hemos conseguido empezar a atraer el tipo de público que buscamos: profesionales, sumilleres y gente del sector, pero también personas aficionadas al mundo del vino a las que les interesan las rarezas”, según afirma el concejal de Fiestas Joan Coll.
Aunque ya hace unos años que la Feria de Sant Andreu acoge actividades en torno a los vinos dulces y generosos, esta vez la comisión organizadora del certamen decidió ir un paso más allá, con la colaboración de la DO Montsant y la DOQ Priorat. Así, a lo largo del fin de semana, el ábside del Castillo de Falset acogió un programa y exposición centrado en los vinos de carácter oxidativo que se elaboran en la comarca.
A pesar del nuevo impulso que se quiere dar a la Feria de Sant Andreu con la incorporación de esta nueva muestra vitivinícola, el Ayuntamiento de Falset no duda de que el certamen ferial seguirá teniendo carácter multisectorial y que, por tanto, tampoco faltarán las atracciones infantiles y la presencia habitual de productores artesanos de toda clase y de toda Cataluña.
La Feria de Sant Andreu se celebra, como mínimo, desde el año 1845, según la documentación existente. De vocación multisectorial, procede siempre el fin de semana más próximo a la festividad de Sant Andreu (el 30 de noviembre). A pesar del frío que suele hacer en esta época, el Ayuntamiento de Falset entiende que son unas fechas bastante buenas. “Los rancios y dulces de la comarca son unos vinos de una calidad excepcional y todavía muy desconocidos, con lo que desde el Ayuntamiento, como hacemos desde hace 27 años con la Feria del Vino, queremos poner nuestro grano de ‘arena para poner en valor y dar a conocer este producto único’, afirma el alcalde.